1. Introducción.

En la actualidad el conocimiento de la materia interplanetaria es escaso y, sin embargo, representa uno de los mejores medios para la comprobación de numerosos procesos físicos mal conocidos o aún por descubrir.

El estudio continuado de los fenómenos observables producidos por la materia interplanetaria mediante la metodología correcta es la mejor herramienta para avanzar en el conocimiento de esta rama de la Astronomía. Y es en este sentido en el que los aficionados juegan un papel protagonista ya que sólo sus observaciones puestas en conjunto son capaces de constituir un auténtico seguimiento de los fenómenos. La observación de la materia interplanetaria es además una de las ramas de la astronomía amateur que más satisfacciones reporta en relación a los medios que demanda.

La Sociedad de Observadores de Meteoros y Cometas de España (SOMYCE) es la red nacional de los observadores de la materia interplanetaria.

SOMYCE principalmente estudia tres fenómenos: los meteoros, cometas y asteroides.

Cualquier astrónomo aficionado puede aportar mucho a la ciencia de los meteoros con sólo conocer las constelaciones y un poco más. La metodología que empleamos en la observación nos permite hallar la densidad espacial de las corrientes meteóricas (número de partículas por unidad de volumen), calcular la relación que hay entre el número de partículas de una masa determinada y otra diferente, los parámetros orbitales de los meteoroides de una misma lluvia y la composición química de las partículas todo ello a partir de los análisis de las tasas horarias de aparición, la distribución de magnitudes o la determinación de radiantes. Con esta información somos capaces de relacionar cada corriente con su cuerpo engendrador, cometa o asteroide, y llevar un control de la actividad de las lluvias más importantes.

Los meteoros pueden ser estudiados en dos partes del espectro electromagnético: radio y óptico. Dentro de cada zona espectral adoptamos diferentes métodos de registro según la magnitud límite y la precisión que deseamos alcanzar o el fenómeno concreto de los meteoros que queremos estudiar. A continuación indicamos nuestros métodos observacionales en el campo meteórico:

RADIO
Reflexión directa o indirecta de una señal de radio reflejada por la estela de un meteoro. Con esto podemos registrar la actividad horaria de las lluvias o bien obtener espectrogramas de los ecos obtenidos. El equipo necesario, antenas y receptores, es muy parecido al de los radioaficionados.

ÓPTICO
♦ A simple vista. Tiene las siguientes modalidades: dibujo de los trazos, conteo de magnitudes, observación en doble estación y registro de bólidos. La observación a ojo desnudo es la más común y sencilla, y permite hallar distribuciones de magnitudes, tasas horarias, radiantes y densidades espaciales.
♦ Fotografía. Se utilizan las siguientes posibilidades: exposición larga con o sin seguimiento, utilización de un obturador giratorio y fotografías en doble estación. Es cada vez más frecuente utilizar todas estas posibilidades a la vez montando en batería varias cámaras con obturadores giratorios de tal forma que cubran todo el cielo. Además, tales baterías se utilizan simultáneamente en diferentes estaciones. La principal finalidad de la fotografía es el cálculo astrométrico de los trazos meteóricos. Tradicionalmente se emplearon películas fotográficas de media y alta sensibilidad. Actualmente la tecnología digital ha sustituido a la fotografía tradicional en este campo.
♦ Observación telescópica. Utilizamos los aumentos que proporcionan los prismáticos para ganar en magnitud límite y precisión del registro, hasta la +9m
♦ Video. Es el campo que más desarrollo ha experimentado en los últimos años. Permite hallar la actividad de una lluvia en tiempo real y con mayor precisión a las obtenidas a partir de observaciones telescópicas o fotografía convencional. El equipo básico necesario es un intensificador de imagen o cámaras CCTV de vigilancia, una tarjeta de video digitalizadora y un programa adecuado. Independientemente de la cámara, se requieren objetivos luminosos de gran campo.
♦ Espectroscopía. Hacemos uso de un elemento dispersor (prisma o red de difracción) y de un detector, como una cámara fotográfica, para obtener espectros de meteoros y estelas a partir de las cuales podemos determinar sus composiciones químicas.

La observación de cometas es uno de los campos más espectaculares de la astronomía amateur. Utilizando la observación visual, unos prismáticos o un telescopio, así como el registro fotográfico o CCD, podemos determinar la magnitud y los detalles morfológicos de los cometas, lo cual nos permite conocer sus curvas de luz y tasas de producción o
pérdida de masa.

El campo asteroidal también ofrece grandes posibilidades para el aficionado. Los estudios fotográficos o de imágenes de CCD permiten determinar con precisión las órbitas de asteroides, o incluso realizar nuevos descubrimientos. El estudio de la curva de luz durante una ocultación de una estrella por un asteroide hace posible la determinación exacta de los períodos de rotación de estos cuerpos, así como el descubrimiento de satélites en algunos asteroides. Incluso, la forma del asteroide puede ser determinada si cronometramos con precisión el intervalo de tiempo que dura la ocultación.

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