Este artículo muestra algunas de las mejores fotografías de las Leónidas en la madrugada del 17 de noviembre de 1998. En total se han fotografiado más de 400 Leónidas en 312 negativos. La evolución de numerosas estelas también registrada.

1. Introducción.

La fotografía, junto al vídeo, ocupa un lugar destacado dentro de las observaciones de meteoros por ser uno de los métodos observacionales de mayor precisión en la toma de datos.
 
Las fotos tomadas son espectaculares, no sólo en calidad sino en cantidad, con cerca de 350 negativos, que suponen más de 500 meteoros, muchos más de los conseguidos durante años de pacientes campañas observacionales. Aproximadamente, un tercio de las fotos tienen 2 o más Leónidas simultáneamente.
 
Varias eran las iniciativas encaminadas a obtener registros fotográficos, como la Red para el Cálculo de Orbitas Meteóricas en la zona del Levante español y las imágenes de vídeo realizadas desde Izaña, además de las campañas realizadas por otros grupos, como el UMA del Observatorio Astronómico de Mallorca, la Agrupación Astronómica de Fuerteventura y la Agrupación Astronómica de Gran Canaria.
 
Hasta el momento de redactar este artículo se han recibido en la Comisión Fotográfica de SOMYCE los siguientes negativos remitidos por éstos observadores :
 
José Luís Guixeras Romero (28), Carlos Mas Clemente (163), Grupo UMA del Observatorio Astronómico de Mallorca (36), Francisco Alberto Rodríguez Ramírez (11), Orlando Rodríguez Santana (5), Sergio Sánchez Jiménez (2), Máximo Suárez Tejera (59) y Carlos Vera Hernández (8).
 
Si algún observador tiene más fotos donde aparezcan Leónidas, se ruega que las envíe urgentemente a la dirección que se indica. Todas las fotos son de un valor incalculable para conseguir los fines científicos de la campaña. Se pueden enviar escaneadas en formato BMP de alta resolución o en copia en papel, en cuyo caso sería remitidas posteriormente. Si se mandan a través del correo electrónico, se ruega enviarlas comprimidas.
 
Para la base de datos es válida cualquier foto donde aparezcan meteoros, no importa cuando fuese tomada o la lluvia a la que pertenezca.
 
2. Requisitos imprescindibles para fotografiar meteoros.
 
Para realizar fotos de interés científico sólo se requiere una cámara que tenga posición B, es decir, que pueda mantener el diafragma abierto durante el tiempo que queramos, un cable disparador y trípode.
 
El método consiste en apuntar la cámara a 50-60 grados del radiante de la lluvia y hacer una exposición de 3, 5, 10, 15 ó más minutos, dependiendo de la sensibilidad de la película. A la vez que realizamos las fotos debemos observar la misma zona del cielo que estamos fotografiando. Si apareciese un meteoro es necesario anotar la hora de aparición, magnitud, velocidad, color y la duración de la estela (en caso de tenerla), para luego identificarlo en la foto. Asimismo, hay que escribir la hora en TU a la que comienza y acaba la exposición, además del campo que se está fotografiando. Todos estos datos se pueden registrar cómodamente en una grabadora. Recabar toda esa información nos permitiría calcular órbitas, hacer astrometría del radiante de la lluvia, calcular masas de bólidos, Densidades Espaciales, Tasas Horarias Fotográficas y Relaciones Poblacionales.
 
Las películas meteóricas por excelencia son las T-Max 3200 ASA y la Tri-X 400 ASA, ambas en B/N. Para lluvias de muy alta actividad sólo se recomienda la 3200 ASA. La mayoría de las fotos que ilustran este artículo están tomadas con 3200 ASA.
 
Siguiendo fielmente todos éstos requisitos, podemos hacer nuestros pequeños estudios a la vez que colaboramos con campañas de observación internacionales como las del International Leonid Wacht de la International Meteor Organization, consiguiendo de paso un recuerdo irrepetible del mayor espectáculo que nos brindará el cielo en los próximos años.
 
3. Galería de fotos.
 
El adelanto del máximo a la madrugada del 17 cogió a todos los observadores por sorpresa. Esto hizo que muchos no subiesen al campo con el equipo fotográfico al completo, en especial en lo que a los carretes de película se refiere. Para forzar esa situación imprevista, la actividad fue tan alta que con el nerviosismo del momento hizo olvidar a muchos la toma de datos en cada exposición.
 
Este artículo muestra alguna de las fotos más espectaculares, a la vez que se van comentando los objetivos científicos que se pueden conseguir a través de ellas.
 
En el campo cometario, mediante el color se puede deducir la composición química del meteoroide, y a través de ésta la del cometa de origen. Es imprescindible contrastar la información fotográfica con la espectroscópica.
 
Figura 1 (87 KB). Leónida en Casiopea captada por Orlando Rodríguez Santana desde el Pinar de Santiago (Gran Canaria) la madrugada del 17 de noviembre a las 0145 TU. Película de 100 ASA a f/3.6 y 35 mm.
 
Aunque no sea muy fiable, el color indica la composición de los meteoros según la siguiente tabla :
 
Color
Elemento químico
blanco
Cu, As, Sb, Cs
amarillo
Na
naranja
Ca
rosa
Rb
rojo
Sr, Li
violeta
K, Hg, Ga
azul verdoso
Se, Pb
verde
Tl, Ba
Tabla 1. Composición química aproximada según el color del meteoro.
 
El registro de la magnitud fotográfica o visual permite obtener datos sobre la masa de la partícula que se desintegra, especialmente los bólidos, y a través de ellos, los procesos que intervienen en la separación de los meteoroides del núcleo cometario y los procesos de desintegración en la atmósfera terrestre.
 
Figura 2 (128 KB). Leónida de magnitud -7 junto a otra más débil en el cuadrado de Pegaso. La masa del bólido sólo era de 2.7 gramos. La alta velocidad a la que entra en la atmósfera, 71 Km/s, hace posible que una partícula pequeña produzca mucha energía al desintegrarse. Foto tomada por Francisco Alberto Rodríguez Ramírez desde el Pinar de Santiago en Gran Canaria en la madrugada del 16 al 17 de noviembre de 1998. Exposición con 400 ASA entre las 0205 y 0206 TU con 58 mm a f/2.
 
Figuras 2 (71 KB), 3 (417 KB), 4 (30 KB) y 5 (204 KB). Bólidos fotografiados por Carlos Más Clemente desde el Pinar de Santiago, en Gran Canaria. Obsérvese los matices en los trazos dejados, producto de la desigual desintegración del meteoroide al penetrar en la atmósfera. Sin duda, destaca la espectacular ocultación de Sirio, lo que da una idea de la magnitud del bólido. Obsérvense también la evolución de las estelas. Fotos tomadas desde el Pinar de Santiago (Gran Canaria) la madrugada del 17 de noviembre.
 
Figura 6 (200 KB): Leónida en Cefeo y Lacerta. Foto tomada por Francisco Alberto Rodríguez Ramírez desde el Pinar de Santiago en Gran Canaria en la madrugada del 16 al 17 de noviembre de 1998. Exposición con 400 ASA entre las 0140 y 0150 TU con 58 mm a f/2.
 
Figura 7 (447 KB). Imponente bólido en Lepus. Obsérvese la gran explosión intermedia, producto de la volatilización casi instantánea de gran parte de la masa de la partícula. Un pequeño resto debió continuar su camino, lo que se aprecia en la forma de punta en la que acaba el meteoro. Foto del Grupo UMA del Observatorio Astronómico de Mallorca.
 
Figura 8 (645 KB). Dos bólidos espectaculares junto a una tercera Leónida. Orión, Gémini y Auriga se distinguen perfectamente en la imagen. Foto tomada por Carlos Vera Hernández desde el Valle de Fimapaire, en Fuerteventura entre las 033000 y 033300 TU de la madrugada del 17 de noviembre, empleando la película Tmax 3200 ASA con un 24 mm a f/2.8.
 
Por otro lado, el registro de los trazos permite calcular la posición del radiante de la lluvia con mayor precisión que con observaciones visuales. Las figuras 1 y 2 muestran las cartas 9 y 4 del Atlas BRNO de meteoros con los dibujos de parte de los meteoros fotografiados. Obsérvese como en la 9 todos los trazos convergen perfectamente en la hoz de Leo. Las coordenadas del radiante obtenidas con las observaciones se encontraba en a = 152.5º y d =+22.0, a s?lo 0.5º en Ascención Recta según las efemérides. Esta precisión hubiese sido imposible de conseguir con observaciones visuales. Un estudio más detallado con todos los meteoros permitirá obtener cálculos más finos, e incluso conocer el desplazamiento durante las horas de observación.
 
Figura 11 (34 KB). Por efecto de la perspectiva, a veces los meteoros se dirigen frontalmente hacia el observador, produciendo meteoros puntuales. En esta foto se observan 2 muy cortos justo en el arco que hace la "hoz" de Leo. Un tercer meteoro se encuentra más arriba. Foto de Orlando Rodríguez Santana desde el Pinar de Santiago (Gran Canaria) , tomada la madrugada del 17 de noviembre con película de 100 ASA a f/3.6 y 35 mm.
 
Figura 12 (447 KB). Prolongando hacia atrás el trazo de las 4 Leónidas, puede verse como los trazos convergen el la "hoz" de Leo, donde se encuentra el radiante, casi en el centro de la foto. Foto de Máximo Suárez Tejera desde el Pinar de Santiago, en Gran Canaria la madrugada del 16 al 17 de noviembre sobre las 0230 TU, empleando 3200 ASA a f/2.8 y un 24 mm.
 
Figura 13 (447 KB). En ocasiones la actividad fue tan alta que las Leónidas aparecían en gran grupo. Prueba de ello es esta toma sin seguimiento que no pasa del minuto y medio de exposición. 9 Leónidas se aprecian en el negativo, algunas de ellas cerca de la estrella Canopus. Foto de Máximo Suárez Tejera desde el Pinar de Santiago (Gran Canaria), tomada la madrugada del 17 de noviembre con película de 100 ASA a f/3.6 y 35 mm.
 
Figura 13 (567 KB). Con 1000 ASA a color, Sergio Sánchez Jiménez captó 4 Leónidas desde el municipio de Ingenio (Gran Canaria) la madrugada del 17 de noviembre de 1998. Orión, y un cable de la luz, pueden apreciarse claramente en la foto.
 
Figura 14 (197 KB). Orión aparece claramente en la parte superior de las foto, a la vez que dos Leónidas, una de ellas con explosión final. Un tercer meteoro, anterior a la exposición dejará la estela que se observa entre los dos meteoros. Foto del Grupo UMA del Observatorio Astronómico de Mallorca. Exposición tomada entre las 021131y las 021331 TU de la madrugada del 17 de noviembre de 1998.
 
Si en fotos tomadas simultáneamente desde diferentes lugares aparece el mismo meteoro, se puede calcular la órbita exacta que recorren alrededor del Sol, siempre que anotemos la hora, con precisión de minutos y segundos, a la que apareció el meteoro. Esto permite asociar lluvias con sus cometas y, en el caso de que éstos hayan desaparecido, conocer antiguas órbitas cometarias.
 
Otro tipo de resultados se pueden obtener en el campo espacial. Las exposiciones fotográficas permiten calcular la densidad de partículas de polvo en el Sistema Solar, así como su distribución en las cercanías de la Tierra, permitiendo un cálculo aproximado de la masa existente en todo el Sistema Solar.
 
Figuras 15 (416 KB), 16 (369 KB) y 17 (407 KB). Evolución de la estela dejada por una Leónida entre Hidra y Leo. En la primera foto se observa claramente la forma semicircular que adopta , producida por los vientos en la alta atmósfera. Esta Forma evoluciona, ampliándose hasta disiparse completamente en el tercer negativo. Las ondas transversales que se observan en los dos primeros negativos son consecuencia de ondas que se canalizan por la zona de turbulencia dejada al paso de meteoroide. Fotos de Máximo Suárez Tejera desde el Pinar de Santiago, en Gran Canaria la madrugada del 16 al 17 de noviembre entre las 0115 y 0145 TU. 3200 ASA a f/2.8 y 24 mm.
 
 

 
Figuras 17, 18, 19 y 20. Espectacular evolución de una estela dejada por el bólido que aparece en la primera foto de la secuencia. Varios meteoros más aparecen en las siguientes tomas. Madrugada del 17 de noviembre desde el Pinar de Santiago, en Gran Canaria. Fotos de José Luis Guixeras Romero con un 35 mm a f/1.4.
 
Figura 21 (182 KB). En esta foto de Máximo Suárez se observan dos "Leónidas australes" en la constelación de Columba. Sirio se encuentra en la parte superior, así como parte de Orión, incluyendo la nebulosa del mismo nombre.
 
También es posible conocer con precisión el momento en el que se produce el máximo de una lluvia, así como las posibles perturbaciones del enjambre por efecto de los planetas, lo que ayuda a conocer los distintos tipos de fuerzas que actúan a nivel planetario, como el Viento Solar o las perturbaciones gravitatorias.
 
El estudio de las estelas dejadas por los meteoros hace posible conocer la dinámica de la atmósfera terrestre. Conociendo la composición de los meteoroides y estudiando los procesos de evaporación y formación de estelas se ha llegado a determinar tanto densidades como composiciones químicas de la alta atmósfera, así como sus variaciones temporales. La evolución de las estelas posibilita conocer los coeficientes de dispersión, y posteriormente, las Tasas de Difusión de las estelas, lo que nos indicaría si el régimen de vientos es laminar o turbulento.
 
Figura 22 (182 KB). Estela persistente visible a simple vista durante 5 minutos en la misma Hoz de Leo, donde se encuentra el radiante. Un bólido y otra Leónida más débil puede verse en la foto. Foto tomada por Francisco Alberto Rodríguez Ramírez desde el Pinar de Santiago en Gran Canaria en la madrugada del 16 al 17 de noviembre de 1998. Exposición con 400 ASA entre las 0110 y 0117 TU con 58 mm a f/2.
 
La dispersión de las estelas persistentes dejadas por los meteoros también permite conocer la física de las masas de aire a una altura de 100 km sobre la superficie de la Tierra.
 
Figuras 23 (136 KB), 24 (91 KB) y 25 (93 KB). Estelas fotografiadas por Carlos Más Clemente desde el Pinar de Santiago, en Gran Canaria la madrugada del 17 de noviembre. Una de unas fotos es un montaje del bólido y la evolución de la estela que dejó. Mientras se disipaba, otra Leónidas dejaba una segunda estela. En las otras fotos se observan ondas en la estela, producidas por la energía liberada en el choque con la atmósfera. Estas ondas persisten en la estela a la vez que se expande.
 
Figuras 26 (471 KB), 27 (473 KB), 28 (327 KB), 29 (330 KB), 30 (233 KB) y 31 (375 KB). Secuencia dela evolución de una brillantísima estela dejada por un bólido de las Leónidas. Obsérvese la forma de torbellino tan definida que tiene la primera foto, y como va evolucionando en las tomas siguientes. En la cuarta foto se observa un gran bólido de trazo corto muy cerca de Leo. Foto del Grupo UMA del Observatorio Astronómico de Mallorca. Exposiciones tomadas en los siguientes intervalos de tiempo 012614-012725, 012729-012810, 012815-012916, 012921-013023, 013035-013205 y 013216-013327 TU en la madrugada del 17 de noviembre de 1998.
 
4. Agradecimientos.
 
Para Ángel Sánchez Sánchez, Carlos Más Clemente y Francisco Alberto Rodríguez Ramírez por el soporte informático y el tiempo invertido en la realización de este artículo. A todos los observadores españoles que han hecho posible que este artículo ocupe 70 Megas en mi disco duro. Ojalá que el año que viene sea mucho más.
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